El palacio de la luna. Paul Auster

"Trabajaba sin argumento, limitándome a escribir cada frase según me venía y negándome a pensar en la siguiente. Todo eso estaba muy bien, pero ahora no se trataba de si era capaz de escribir la historia improvisándola. Eso ya lo había hecho. La cuestión era qué iba a hacer cuando la pluma se quedara sin tinta".

Visión general de la novela

Se trata de una novela que en su gran parte está ambientada en Nueva York en el siglo XX. Los personajes que intervienen son Marco Fogg como protagonista, su tío Víctor, un conocido clarinetista y más adelante Kitty, como salvadora de Marco, el Sr. Effing, un rico paralítico que aparece casualmente en su vida y el Sr. Barber. Las conexiones entre los distintos personajes que se van desarrollando a lo largo de la narrativa, muestran un ingenio y capacidad de cierre de las historias, que magnetizan al lector.

Paul Auster es un escritor, guionista y director de cine estadounidense de 73 años. En su obra hay absurdismo, existencialismo, literatura policíaca y la búsqueda de un significado y de una identidad personal. Ha sido ganador de diversos premios literarios, como en 2006, cuando recibió el Premio Princesa de Asturias. 

Resumen 

Personalmente, estructuraría el libro en tres partes:

En la primera, el libro comienza mostrando la relación entre Marco, que se quedó huérfano desde pequeño, con su tío. Una vez se encuentra en la universidad, [SPOILER] recibe la inesperada noticia del fallecimiento de Víctor. [SPOILER]Ante esta noticia, el protagonista comienza a entrar en un círculo de autodestrucción, la falta de ingresos le lleva a vender el bien más preciado heredado de su tío, sus libros. Cuando ya no sostiene su economía, se ve obligado a abandonar el apartamento y a vivir en la calle. En esa difícil situación de no retorno, con la ayuda de un antiguo amigo, conoce a Kitty, que le va a permitir salir de ella. Comienza a trabajar para el Sr. Effing como acompañante, para sacarle a pasear. El vínculo que se desarrolla recuerda en parte, si alguno lo habéis visto, a Intocable. 

En esta segunda parte se encuentra la relación  de Marco Fogg con el Sr. Effing, la escritura de sus memorias y  [SPOILER]  la necesidad de enviárselas a su hijo una vez falleciese. Lo que hace interesante para el relato la vida del Sr. Effing, un reconocido pintor, es la similitud durante su etapa en el desierto de Utah con el periodo en el que el protagonista se ve inmerso en ese periodo de autodestrucción: una situación extrema, que exige que se tomen decisiones que a priori no parece que se encuentren en el rango de posibilidades de una persona normal.

En la tercera parte ya se encuentra la relación de amistad entre el protagonista y el Señor Barber, un reconocido historiador. Esta historia va a ser la guinda del pastel, el cierre a todas las conexiones que se han ido generando a lo largo de la narración. Parece que Marc Levy, en Los límites de nuestro infinito, se inspiró en este libro, porque existen piezas verdaderamente idénticas.

Opinión personal

Me ha sorprendido muy gratamente, me ha gustado bastante la lectura. La calidad de la narrativa del autor es innegable. Se muestra con ella una composición relativamente simple, pero sin prescindir de una nota de sofisticación que hacen que el relato te atrape casi desde el primer momento. 

Por ejemplo, parece sorprendente cómo puedes verte inmersa en la situación vivida en el segundo bloque de acontecimientos por el protagonista, metiéndote en su piel. Esto hace reflexionar sobre cómo se puede llegar desde una situación de normalidad a la indigencia en un chasquido de dedos, por una serie de malas decisiones y una pequeña parte de suerte. 

Respecto a la parte en la que el foco se centra en el Sr. Effing, su personalidad resulta egoísta hasta la repulsión, si bien parte de su historia hace comprender algunas de las circunstancias. A la vez es un ser enigmático, lo que el lector agradece para querer seguir tirando del hilo.

Por otro lado, así como las dos primeras partes dejan con muy buen sabor de boca (a pesar de que denoten ese toque de dramatismo en cada momento), la última parte no parece estar igual de trabajada. No por esa falta de final feliz, porque el desarrollo de los hechos ya lo va adelantando, sino porque, a mi modo de ver, quedan tantos frentes abiertos que no permiten al lector cerrar correctamente el ciclo al acabar la lectura. Además de que en un momento de esta última parte, hay hojas de relleno de una historia que no tiene ni pies, ni cabeza, ni interés.

A pesar de esto último, que es más una perspectiva personal, que quizá puede pasar de puntillas para el resto de lectores, lo recomiendo. 

Si lo habéis leído, ¡agradeceré vuestros comentarios!