Fragmento del libro |
Visión general de la novela
La narradora de esta novela se llama Scout, hija de un abogado de prestigio de la época. Nos metemos en la piel de una niña de diez años que cuenta sus vivencias en la época de 1936, su educación, la visión sobre su familia y vecinos.
El tema de la novela es básicamente el racismo, los prejuicios de la época y el concepto entonces revolucionario del padre de la protagonista, Atticus, sobre el tema.
La novela fue publicada en 1960, la única de la autora Harper Lee hasta 2015, cuando salió la segunda parte de la misma. Tuvo tal repercusión su publicación que se ha convertido ya en un clásico de la literatura.
Actualmente está prohibida su lectura en algunas escuelas de Virginia.
Actualmente está prohibida su lectura en algunas escuelas de Virginia.
Resumen
La historia comienza con la protagonista hablando de cómo disfruta los veranos en Maycomb con su hermano Jem y el chico Dill, que viene de la ciudad. Se entretienen jugando, meriendan lo que la chica de la casa, Calpurnia, les prepara y así suceden uno tras otro. Hay una casa en la que vive un chico mayor, Boo Radley, y desde hace años nadie le ha visto, lo que les produce mucha curiosidad. Se muestra cómo hacen por inmiscuirse sobre qué pasa con él, por qué no sale y demás, todo desde su punto de vista de niños, lo que hace que sea muy ameno.
La hermana de Atticus aparece también en la novela, porque considera que su sobrina, al no tener madre, no está siendo educada "como una señorita" (aunque Calpurnia les trata como si fueran hijos), aspecto en el que también es interesante ver cómo reacciona la niña y el padre.
A lo largo de la historia se puede ver un progreso del concepto que Scott tiene sobre Atticus, que va desde la vergüenza por ser un hombre ya mayor hacia la admiración conforme va observando lo que su padre es capaz de hacer.
A lo largo de la historia se puede ver un progreso del concepto que Scott tiene sobre Atticus, que va desde la vergüenza por ser un hombre ya mayor hacia la admiración conforme va observando lo que su padre es capaz de hacer.
A mitad de la novela es cuando empieza lo verdaderamente importante, un chico negro, Tom Robinson, es acusado de violar a una chica blanca en la ciudad y Atticus decide aceptar el caso para defenderlo, por cuestión de principios. Ahí es donde surge el conflicto, ya que la mayoría de los vecinos no alcanzan a entender que lo defienda por tener la circunstancia de ser negro (debía bastar eso para declararlo culpable). Jem y Scott entonces defienden a su padre con uñas y dientes frente a otros niños y personas adultas. Se produce mucha tensión en la ciudad, e intentan presionar a Atticus a través de intimidaciones para que no asuma su defensa.
El caso es complejo, puesto que esa era la mentalidad de la época en Estados Unidos sobre todo, y se debía de resolver a través de jurado. ATENCIÓN SPOILER. Aunque el caso tenía todo a favor del chico acusado, ya que durante el juicio se había pillado a la chica de las mentiras y era bastante claro que tenía que resolverse absuelto, finalmente lo declaran culpable. Atticus no comprende cómo ha podido suceder, y con resignación expresa su intención de interponer un recurso. Es entonces cuando vuelven a apresar al chico y durante esa noche se suicida.
Opinión personal
Es una novela de necesaria lectura, no por ser un clásico de la literatura del siglo XX, sino por la razón por la que lo es.
El tema del racismo es un tema muy sensible y está aún muy arraigado en Estados Unidos, por lo que es muy interesante ver lo que opinaba la sociedad de la época. El hecho de que esté redactado en primera persona y que ese protagonista sea una niña hace que todo se vea con otros ojos y que se haga muy ameno.
Fragmento
Cuando nos dio nuestros rifles de aire, Atticus no nos enseñó a disparar. Fue el tío Jack quien nos instruyó en sus principios, dijo que Atticus no estaba interesado en armas. Atticus le dijo a Jem un día "Prefiero que disparéis a las latas vacías en el patio trasero, pero sé que vais tras los pájaros. Dispara a todos los pájaros azules que quieras, si es que les puedes acertar, pero recuerda que es un pecado matar un ruiseñor."
Ese fue el único momento que escuché a Atticus decir que era un pecado hacer algo, y le pregunté a la señorita Maudie al respecto. -Tu padre tiene razón-, me dijo ella. Los ruiseñores no hacen otra cosa que crear música para que la disfrutemos. No se comen los jardines de la gente, no hacen nidos en los graneros, no hacen otra cosa que cantar para nosotros. Es por eso que es un pecado matar a un ruiseñor.
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